Llega el canciller de Brasil, pero no hay precisiones sobre la visita de Bolsonaro
Un mes después de lo inicialmente previsto, el canciller de Jair Bolsonaro llegará a la Argentina este martes 9 de abril. Ernesto Araujo tendrá su agenda oficial al día siguiente. En principio, le han pautado reuniones con los ministros Jorge Faurie (Relaciones Exteriores) y Dante Sica (Producción). Existen en carpeta varios temas pendientes entre los dos países en materia de política y comercial, bilateral y regional. Entre tanto, sigue abierta y aún sin confirmarse la posibilidad de que lo salude el presidente Mauricio Macri.
Macri y Bolsonaro tuvieron muy buena química cuando el presidente argentino viajó a Brasilia el 16 de enero pasado. Pero el brasileño sigue sin confirmar un viaje a Buenos Aires. Macri lo invitó personalmente. Bolsonaro cumplió con su promesa de campaña: fue primero a los Estados Unidos, a Chile e Israel. Tradicionalmente, los presidentes de Brasil y de Argentina, cuando asumen el poder, viajaban primero a las capitales del país vecino, en señal de la alta prioridad que se dispensan los dos socios principales del Mercosur. Macri lo hizo, pero Jair Bolsonaro no continuó con esa tradición diplomática.
Por estos viajes de Bolsonaro es que el canciller Araujo postergó su visita a Buenos Aires, inicialmente pautada para el 7 de marzo.
Diplomático de carrera y tendencia conservadora, Araujo hablará con Faurie y Sica no sólo del Mercosur, que claramente no es una prioridad para el equipo económico de Bolsonaro pero sí lo es para los empresarios de su país y para el cuerpo diplomático concentrado en Itamaraty. Con más énfasis que en otras épocas, la mesa chica de Bolsonaro quiere ahora discutir la posibilidad de que los países miembros del bloque puedan firmar acuerdos de libre comercio bilaterales con terceros países sin necesidad de acordar en conjunto, tal como lo fija la normativa mercosuriana. De esto se habla hace años, pero nunca se dio ese paso, aunque los gobiernos actuales en el bloque están de acuerdo con ese cambio en distintos grados.
La próxima cumbres de presidentes del Mercosur será en la ciudad de Santa Fe. Y a decir verdad, hace años que, salvo en la iniciativa para aislar a la Venezuela de Nicolás Maduro, no ha habido mayores decisiones. Por ejemplo, respecto al Arancel Externo Común.El acuerdo con la Unión Europea está en un impasse después de intensas negociaciones, avances y retrocesos.
Por otra parte, hay temas que los brasileños quieren discutir aquí y son sensibles. Un ejemplo es el del sector automotriz, que constituye el grueso de un comercio bilateral que en marzo totalizó 1.782 millones de dólares. Brasilia quiere que ese intercambio vaya hacia el libre comercio, como lo acaban de firmar recientemente Brasil y México. En Argentina, quieren seguir con el sistema de cuotas. Un TLC arrasaría con el mercado, afirman. A su vez, los brasileños quieren incluir el comercio del azúcar dentro del Mercosur, a lo que se negó el Centro Azucarero Argentino cuando lo hablaron Macri y el ex presidente Michel Temer.
Aunque el futuro de Venezuela estará, otra vez en la agenda bilateral entre Araujo y Faurie -habrá pronto otra reunión del Grupo de Lima- la meseta en la que se encuentra la apuesta regional por el autoproclamado presidente Juan Guaidó por el momento ha dejado a la comunidad internacional sin alternativas. Con el apoyo de Rusia y China, el régimen de Maduro se ha vuelto a fortalecer.
Luego, en la agenda hay temas menos visibles pero no menos importantes. El ministro de Defensa Oscar Aguad y la nueva viceministra Paola Di Chiaro estuvieron esta semana en Río de Janeiro. Participaron de una feria comercial del sector, y entre otras actividades los brasileños también abrieron sus instalaciones donde construyen un submarino que tendrá propulsión no nuclear. La invitación se extendió a distintos ministerios.