Schiaretti y Lifschitz, juntos para definir un frente antigrieta
Con el acuerdo para una obra conjunta como telón de fondo, el gobernador peronista Juan Schiaretti -miembro fundador de Alternativa Federal- y su par socialista, Miguel Lifschitz -que empuja la candidatura de Roberto Lavagna– trazaron líneas para acercar posiciones y avanzar en el armado de una tercera opción electoral que “salte la grieta”.
“No bajar a ningún postulante”, seguir tejiendo alianzas y dilatar hasta mayo la pelea sobre cómo dirimir la fórmula presidencial fueron algunos de los puntos conversados, asado de por medio, entre el cordobés y el santafesino.
La intención de Lavagna y de los peronistas federales de confluir en un gran frente sigue intacta. Sin embargo, la diferencia “metodológica” sobre cómo elegir al candidato presidencial abre aguas y nadie cede.
Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey -que ya están lanzados a la presidencial- quieren definir al candidato del espacio a través de las PASO, mientras que el sector de Lavagna y Lifschitz insiste en una fórmula de consenso, con el ex ministro a la cabeza.
“La propuesta de Massa y Urtubey, hasta ahora, se reduce a una interna del peronismo federal que no nos contiene y mucho menos a otros sectores independientes o del radicalismo que podrían acercarse. Es un contorno que limita y le resta al proyecto chances competitivas en materia electoral”, ratificó Lifschitz.
Sin embargo, todos reconocen que si van separados, solo benefician a Mauricio Macri y Cristina Kirchner. “Hoy la polarización no permite demasiadas alternativas para jugar en el medio, salvo que lo que se arme sea lo suficientemente consiste y representativo para captar electorado de ambos lados”, apuntó el santafesino.
Por eso, como “operadores” de ambos espacios, Schiaretti y Lifschitz convinieron en dejar que el panorama escampe. “Cristina no define y día por medio hay rumores sobre la candidatura de Macri ¿por qué nosotros tenemos que tomar una decisión ya y arriesgarnos a que haya heridos?”, se preguntó uno de los presentes en la cena.
A su vez, las encuestas todavía no marcan que uno de los candidatos doble en intención de votos a otro. “Mediados de mayo”, es el plazo que barajaron para “números en mano” analizar cómo seguir.
Mientras tanto, el objetivo será crecer: mostrar un equipo y un plan económico confiable -creen que puede ser un anzuelo para pescar radicales descontentos- y aceitar reuniones con sindicatos, empresarios y dirigentes.