Ponen en marcha el rastreo de prófugos con un sistema de reconocimiento facial
Desde este jueves, la ciudad de Buenos Aires contará con un Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos. ¿Cómo operará? A través del Sistema Público Integral de Video Vigilancia, en forma rotativa sobre 300 de las casi 7.000 cámaras instaladas en los puntos neurálgicos de la vía pública y principales estaciones y nodos de la red de subtes.
De acuerdo a fuentes oficiales, el proceso de renovación de cámaras comenzó hace dos años y tiene como finalidad dotar de más herramientas y tecnología a la Policía de la Ciudad, para “brindar mayor seguridad a todos los vecinos”.
La Red Integral de Monitoreo de la Ciudad es un programa que instala y supervisa cámaras de seguridad en todo el territorio porteño. Cuenta con 6.114 en la vía pública, 849 en el subte y 4.000 en colectivos.
Esto se suma al Anillo Digital de Seguridad, que identifica a los vehículos que utilizan las 73 entradas y salidas de la Ciudad, a lo largo de la autopista La Plata-Buenos Aires y la avenida General Paz, y 52 pórticos con cámaras lectoras de patentes.
El Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos busca contribuir a la identificación y detención de personas sobre las cuales existe una orden de captura por parte de las justicias federal, nacional, provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se realiza mediante una tecnología de reconocimiento facial implementada en el ámbito de la Capital, que genera alertas de detención de personas buscadas exclusivamente por orden judicial, que se encuentran incluidos en una base de datos de más de 46 mil registros del sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (Conarc).
Se actualiza todos los días, con altas y bajas, por el Registro Nacional de Reincidencias. Cuando una persona es detenida, o la orden judicial queda sin efecto, deja de figurar en la base de datos.
Al respecto, el ministerio de Justicia y Seguridad instruyó a la Secretaría de Justicia y Seguridad a firmar un convenio con la Defensoría del Pueblo porteña en el lapso de 30 días para auditar el funcionamiento del sistema.
Por un convenio de cooperación técnica entre el Registro Nacional de las Personas (Renaper) y el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, el organismo nacional facilita sólo las imágenes de los rostros de los buscados por orden judicial. Al respecto, aclararon que no se trata de la totalidad de las fotografías de la población, sino solamente las de quienes son requeridos por la Justicia.
El sistema generará alertas de coincidencias únicamente respecto de personas incluidas en la base de datos del Conarc y estará prohibido incorporar otras fotos y registros, salvo orden judicial.
Toda vez que el sistema detecte una coincidencia, el Centro de Monitoreo Urbano procederá a generar una carta de servicio y avisará al personal policial más cercano para que intervenga. Una vez cumplida la orden judicial de restricción de la libertad, o que ella haya cesado, los datos personales tratados deberán ser destruidos.
La tecnología implementada puede buscar en la base de datos de registros en menos de medio segundo. Realiza el reconocimiento facial en diversas condiciones de iluminación y ángulo de escena, aun ante cambios de apariencia como ser anteojos, barba, bigotes, gorras o sombreros y cambios de peinado.
Al respecto, el vicejefe de Gobierno a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, Diego Santilli, quien fiscalizará el sistema, remarcó: “No nos vamos a quedar de brazos cruzados ante delincuentes que están circulando con libertad al lado de todos nosotros”.
“Estamos haciendo exactamente lo que nos piden los vecinos de la ciudad: tomar más decisiones y hacer más cosas para detener a los delincuentes, a los que no nos dejan vivir en paz”, añadió.
Según el funcionario, “el reconocimiento facial es un sistema moderno y eficiente” que “funciona en forma rotativa sobre 300 de las casi siete mil cámara de la Ciudad, con los más de 40 mil delincuentes que están prófugos de la Justicia”.
“Estamos hablando de delincuentes reales. En algunos casos peligrosos. Estamos hablando de 1.500 prófugos por delitos sexuales, 1.300 por homicidios, 2.300 por narcotráfico y más de 15 mil por robo y hurtos, entre otros delitos”, precisó Santilli, quien completó: “No nos vamos a quedar de brazos cruzados ante delincuentes que están circulando con libertad al lado de todos nosotros”.