El hombre que murió tras esperar 6 horas en la guardia tenía graves problemas cardíacos, respiratorios y hepáticos
La Justicia de Rosario recibió hoy el resultado de la autopsia que se le practicó a Juan Carlos Borini, el hombre de 64 años que murió tras esperar para ser atendido en la guardia de un hospital de Rosario durante algo más de seis horas, según la denuncia de su pareja.
El preinforme elaborado por el Instituto Médico Legal confirma que el cuerpo no presentaba lesiones de origen traumático, aunque también informa de la gravedad del cuadro de salud, que incluía «líquido citrino abundante a nivel pleural y peritoneal, cirrosis hepática, sangre en cavidad gástrica e hipertrofia cardíaca con induración de arterias coronarias». Es decir, sufría fallas respiratorias, cardíacas, hepáticas y gástricas que, al no ser advertidas, pudieron haberle causado la muerte.
Borini se presentó el lunes pasado en la guardia del Hospital Provincial del Centenario. Afectado por una diabetes y una cirrosis, refirió sentir molestias. Silvia, su pareja, reveló que en el centro asistencial le anticiparon que debía esperar para ser atendido unas nueve horas. Al conocer ese dato decidieron regresar a su casa y volver al día siguiente.
La mujer desmiente que el hombre se negara a quedar internado esa noche, tal como lo plantearon ante la Justicia profesionales del hospital. Ese mismo lunes a la noche Silvia llamó a una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) para que lo revisaran. Le recomendaron que lo llevara para hacer un nuevo control al día siguiente.
Fue así que, el martes pasado, llegó a la guardia del Centenario alrededor de las 15. Minutos después de las 21, y sin que llegara a ser atendido, se constató su muerte. Borini se movilizaba en una silla de ruedas, ya que le habían amputado una pierna un par de meses antes debido a una infección provocada por su diabetes.
La autopsia que le entregaron hoy a la fiscal Valeria Piazza Iglesias indica, además de confirmar la muerte por causas naturales, que en el cuerpo de Borini se observó «líquido citrino abundante a nivel pleural y peritoneal, cirrosis hepática, sangre en cavidad gástrica e hipertrofia cardíaca con induración de arterias coronarias».
La fiscalía dispuso secuestrar el libro de guardia del hospital, tomó testimonios a personas que se encontraban en la sala de espera -algunos filmaron el video que se viralizó y protagonizaron un pequeño incidente cuando protestaron por la prolongada espera- y solicitó las cámaras de seguridad del lugar.
Las filmaciones que se relevarán son del día de la muerte y del anterior, cuando Borini fue a la guardia y se marchó. Piazza Iglesias solicitó que se hagan exámenes anatomopatológicos, para lo que se preservaron materiales genéticos. También se requirió al Ministerio de Salud de Santa Fe detalles del sumario administrativo que se inició para determinar qué sucedió ese día.
Se espera que familiares de Borini se presenten a declarar. El viernes pasado, Silvia, la pareja, le contó a Agronomiaweb que lo acompañó el día que murió. «Andá a decirles que me duele, que no puedo aguantar más», relató que llegó a decirle Borini antes de morir.
«Yo quiero justicia, nada más. No puede ser esto. Así como me pasó a mí le va a pasar a mucha gente. Voy a mover cielo y tierra para tener justicia», planteó Silvia. Desde distintos sindicatos médicos denunciaron que la cantidad de profesionales en el Centenario, uno de los hospitales más concurridos en Rosario, es escasa. Un problema que se agrava por la saturación estacional que afecta a todos los hospitales locales.