Coronavirus en Argentina: envían a su casa a un conductor con fiebre en el peaje Hudson
Era uno de los efectos buscados. Que hubiera dificultades para viajar. Entorpecer el camino a quienes pensaban salir de paseo. No obstante, los automovilistas no se quejaban. «Voy a mi casa«, «viajo hasta La Plata«, «vengo de trabajar«, eran algunas de las respuestas de los conductores al interrogatorio policial.
La situación se dio durante un procedimiento de control que se inició este jueves sobre la autopista Buenos Aires-La Plata, principal vía de salida desde el área metropolitana hacia el sur de la provincia, por parte de fuerzas policiales, de Gendarmería, médicos del Ejército, agentes de control vial y organismos de transporte.
El operativo provocó demoras y colas de hasta cinco kilómetros, en momentos donde el tránsito sube hasta 2.300 vehículos por hora en ese sector de la traza.
La medida intenta ser una jugada de doble propósito: poner obstáculos a la salida de coches hacia las ciudades balnearias de la provincia en la previa a un fin de semana largo que no debería ser turístico. Y también resultó un mecanismo de revisión sanitaria, en medio de la pandemia de coronavirus.
Sin un gesto de reacción, los automovilistas permitían a los agentes de salud que los apuntaran con la «pistola de la fiebre» para detectar un posible síntoma de coronavirus.
Casi cuatro horas después de iniciado el enorme retén vial en el peaje Hudson, uno de los termómetros infrarrojos encendió la luz de alerta: un hombre que viajaba acompañado por su pareja en un coche presentaba un cuadro de 38,5 grados de fiebre.
Entonces se desplegó un enorme operativo con médicos, policías y custodios sanitarios que activaron el protocolo de «caso sospechoso de coronavirus» y el conductor fue escoltado hasta su casa.
Según dijeron fuentes de seguridad a AGRONOMIAWEB, se trata de un chofer de una empresa de transporte que vive en Florencio Varela. Dijo a los agentes que comenzaron a tener síntomas la noche del miércoles y que trabajaba en contacto con extranjeros, entre ellos italianos.
Fue un momento de tensión que puso en alerta al plantel de más de un centenar de gendarmes, inspectores viales, funcionarios del ministerio de Transporte, médicos de SAME y otros organismos que este jueves apuraron el plan que tiene como meta principal desalentar la salida de personas hacia la zona atlántica bonaerense.
Estaba previsto que el dispositivo se instalara en ese punto del camino este viernes, en la previa de las «mini vacaciones» por el feriado puente del 24 de marzo (Día de la Memoria) que ahora quedó desvirtuado por la emergencia sanitaria nacional.
Las autoridades nacionales y bonaerenses buscan que «nadie viaje». Reclaman el aislamiento social e invitan a la población a quedarse en sus casas. Todas las iniciativas de las últimas horas van en esa dirección.