Descubren huellas únicas de dinosaurios en Neuquén
Investigadores del Conicet hallaron en Neuquén huellas fósiles de dinosaurios saurópodos que sugieren un comportamiento único, marcando un hito en el estudio de la paleontología.
Un descubrimiento sin precedentes sacude el mundo de la paleontología: en el noroeste de Neuquén, científicos argentinos encontraron veintitrés huellas fosilizadas de saurópodos con una peculiar forma, interpretadas como «patinadas» de estos gigantes prehistóricos. Este hallazgo, de unos 130 millones de años de antigüedad, representa el primer registro de su tipo en el mundo y arroja luz sobre el comportamiento de estas criaturas.
Según Pablo Pazos, investigador del Conicet y autor del estudio, estas huellas son «anómalas y deformadas», lo que las hace excepcionales y significativas para la comunidad científica. La publicación del estudio en la revista Geological Society of London Special Publication subraya la importancia de este descubrimiento para comprender mejor la vida de los dinosaurios en el pasado.
- Las huellas fueron encontradas en el Cerro Rayoso, en un área entre Chos Malal y Las Lajas. Datadas en el período Cretácico, estas huellas ofrecen una ventana única al mundo de hace 130 millones de años.
- Los saurópodos, caracterizados por sus largos cuellos y enormes cuerpos, dejaron estas marcas mientras caminaban sobre una superficie resbaladiza cubierta por una mata microbiana. Estas huellas son distintas a las huellas tradicionales de dinosaurios, lo que las convierte en un descubrimiento excepcional.
- El estudio integra múltiples técnicas científicas, desde análisis de sedimentos hasta microscopía electrónica, para comprender mejor el contexto en el que se formaron estas huellas. Esto revela información valiosa sobre el ambiente y el comportamiento de los dinosaurios en ese momento específico.
- La preservación de estas huellas se debe en gran medida a la presencia de matas microbianas, que proporcionaron estabilidad al sustrato y permitieron su conservación a lo largo del tiempo.
Este descubrimiento desafía nuestra comprensión previa de los dinosaurios y su comportamiento. Además de enriquecer nuestro conocimiento sobre la fauna del pasado, estas huellas abren nuevas preguntas sobre cómo interactuaban estos gigantes prehistóricos con su entorno. Sin duda, este hallazgo dejará una marca indeleble en el campo de la paleontología.