Detienen a kiosquero del Barrio 31 por su participación en robo con billetera electrónica
La Policía de la Ciudad logra un importante avance en la lucha contra el cibercrimen al detener a un kiosquero del Barrio 31 bis, sospechoso de recibir fondos robados y comercializar celulares sustraídos a través de redes sociales.
Tras un asalto a mano armada en la plaza República Federativa del Brasil, donde los delincuentes vaciaron la billetera electrónica de una víctima, la Policía de la Ciudad arresta al presunto receptor de los fondos sustraídos, revelando un esquema de cibercrimen en el Barrio 31 bis.
Según la investigación, «los autores del hecho ingresaron a la app de Mercadopago del celular de la joven, logrando extraer una suma considerable de dinero que tenía en dicha billetera virtual», destacó un portavoz policial. Esta acción desencadenó un exhaustivo seguimiento de la ruta del dinero y otras evidencias digitales para identificar a los responsables.
La Superintendencia de Lucha Contra el Cibercrimen inició el seguimiento de la ruta del dinero y, a través del análisis de datos digitales, ubicó al comercio receptor de los fondos en el Barrio 31 bis y al dueño del establecimiento, un hombre de 36 años. Además, se identificó un perfil activo en redes sociales del sospechoso, quien ofrecía celulares usados en grupos y páginas de Facebook locales.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 23 ordenó el allanamiento del kiosco y la vivienda del sospechoso. Durante el operativo, se incautaron dispositivos electrónicos y se detuvo al individuo, quien fue trasladado a la Alcaidía N°4 de la Policía de la Ciudad.
El delito de billetera electrónica en Argentina se refiere al uso ilícito de aplicaciones de pago digital, como MercadoPago o Ualá, para cometer fraudes, estafas o robos. Estas aplicaciones permiten a los usuarios almacenar dinero, realizar transferencias y efectuar pagos desde sus dispositivos móviles, lo que ha facilitado tanto las transacciones legítimas como las actividades delictivas.
Uno de los modus operandi más comunes consiste en el robo de información personal y financiera de las víctimas para acceder a sus cuentas de billetera electrónica y realizar transacciones no autorizadas. Esto puede implicar el uso de técnicas de phishing, malware o ingeniería social para obtener credenciales de acceso o datos de tarjetas de crédito asociadas a estas aplicaciones.
Otro tipo de delito relacionado con la billetera electrónica es el uso de estos medios de pago para el lavado de dinero o la financiación de actividades ilegales. Los criminales pueden utilizar cuentas de billetera electrónica para transferir y ocultar fondos ilícitos, dificultando su rastreo por parte de las autoridades.
Para combatir estos delitos, las empresas que operan estas aplicaciones suelen implementar medidas de seguridad como la autenticación de dos factores, el monitoreo de transacciones sospechosas y la colaboración con las fuerzas de seguridad para investigar y denunciar actividades delictivas.
Además, las autoridades argentinas han intensificado la regulación y supervisión de las billeteras electrónicas para prevenir el uso indebido de estas plataformas y proteger a los usuarios de posibles fraudes. Esto incluye la implementación de requisitos de identificación de usuarios, límites de transacciones y la obligación de reportar actividades sospechosas a las autoridades pertinentes.
En resumen, el delito de billetera electrónica en Argentina abarca una variedad de actividades ilícitas que van desde el fraude y la estafa hasta el lavado de dinero. La colaboración entre las empresas de tecnología, las autoridades regulatorias y las fuerzas de seguridad es fundamental para combatir este tipo de delitos y garantizar la seguridad y confiabilidad de las transacciones digitales.