Voluntarios transforman el CIFA con un taller de huertas hidropónicas

Con la participación activa de un grupo de voluntarios, el CIFA (Centro de Información y Formación Ambiental) llevó a cabo una jornada de trasplante y capacitación sobre huertas hidropónicas, una alternativa sostenible para el cultivo urbano.
Este sábado, un grupo de voluntarios se reunió en el CIFA, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para realizar una jornada que combinó formación y acción práctica sobre huertas hidropónicas. Tras una breve capacitación sobre los beneficios y técnicas de este tipo de cultivo, los participantes se adentraron en el proceso de trasplante de plantines a un sistema hidroponico, una técnica que permite cultivar sin tierra, utilizando disoluciones minerales. Un paso más en la implementación del Programa de Agricultura Urbana que promueve el contacto directo con los procesos ecológicos urbanos.
“La hidroponía no solo permite cultivar de manera eficiente, sino que también maximiza los recursos y minimiza el uso de agua y espacio”, expresó Laura González, una de las voluntarias y entusiasta del proyecto. «Es fascinante ver cómo un grupo de personas puede contribuir al desarrollo urbano sostenible aprendiendo y trabajando de manera conjunta», agregó mientras cuidaba uno de los plantines trasplantados.
La jornada comenzó a las 9 de la mañana con una charla introductoria sobre los aspectos técnicos de la hidroponía. Los expertos del CIFA explicaron a los voluntarios las ventajas de este sistema, que prescinde del uso de suelo para el cultivo de plantas, optando por un sustrato artificial y disoluciones minerales que son absorbidas directamente por las raíces.
Los participantes, tras recibir la capacitación, pasaron a la acción: trasplantaron pequeños plantines en los sistemas hidropónicos del centro. Estas estructuras permiten que las plantas crezcan de forma más rápida y saludable, pues no solo controlan las variables del entorno, como el pH o la conductividad, sino que también requieren menos agua que los cultivos tradicionales.
Además de la práctica, los voluntarios tuvieron la oportunidad de realizar una recorrida por las instalaciones del CIFA, donde se profundizó sobre el Programa de Agricultura Urbana. Este programa busca promover la autosuficiencia alimentaria en áreas urbanas, utilizando espacios no tradicionales para cultivar alimentos de manera sostenible. Se resaltaron los beneficios del cultivo urbano como una estrategia contra el cambio climático, la escasez de alimentos y la contaminación en las grandes ciudades.
Entre los sistemas utilizados en el centro, se destacaron las huertas verticales y los cultivos en estructuras modulares, elementos que facilitan la producción agrícola dentro de los límites de la ciudad. A través de estas prácticas, el CIFA no solo educa a la comunidad en términos de sustentabilidad, sino que también fomenta un cambio en la forma de pensar sobre los recursos naturales y el consumo.
Los voluntarios no solo aprendieron sobre las huertas hidropónicas, sino que también se adentraron en el manejo y cuidado de los sistemas. Las discusiones sobre los desafíos y las oportunidades que ofrece la agricultura urbana dieron pie a un intercambio de ideas que reforzó el compromiso de cada participante con la causa. «La hidroponía es el futuro de la agricultura en entornos urbanos. Es emocionante ser parte de esta transformación», compartió José Ruiz, otro de los voluntarios.
La huerta hidropónica se presenta como una opción viable para aquellos que viven en ciudades con poco espacio o en lugares donde la calidad del suelo no es ideal para el cultivo. Este sistema, que utiliza solo agua y nutrientes líquidos, favorece un crecimiento acelerado de las plantas, con el beneficio adicional de que puede implementarse en pequeñas áreas o incluso dentro de viviendas, sin que las raíces de las plantas estén en contacto con la tierra.
En términos de impacto, la huerta hidropónica reduce el consumo de agua, optimiza el uso de nutrientes y limita el uso de pesticidas, lo que la convierte en una opción sostenible para la producción local de alimentos. En el CIFA, se ha demostrado que la implementación de estos sistemas también genera conciencia en los participantes sobre el uso responsable de los recursos naturales y sobre la importancia de cultivar de manera consciente.
Al finalizar la jornada, los voluntarios no solo se llevaron conocimientos sobre la hidroponía, sino que también contribuyeron a un cambio tangible en la forma en que se cultivan alimentos en la ciudad. El CIFA sigue consolidándose como un centro clave para la promoción de prácticas agrícolas urbanas, con la huerta hidropónica como protagonista en el camino hacia una ciudad más verde y autosuficiente.