La Plaza República Islámica de Irán: Un rincón de historia y arte en el corazón de Palermo

Con una columna persa que rememora la grandeza de la antigua Persépolis, la Plaza República Islámica de Irán se erige como un monumento único en Palermo, fusionando arte, historia y arquitectura en un espacio de reverencia al pasado.
En pleno Palermo, una imponente columna de 19 metros de altura nos transporta a la antigua Persia, recordando la majestuosidad del Palacio de Ciro II, el Grande, en Persépolis. Esta pieza monumental, donada por el Sha de Persia en 1965, se erige como un testigo de la historia, simbolizando la conexión entre Argentina e Irán. Con una historia fascinante de su construcción y un simbolismo profundo, la Plaza República Islámica de Irán se ha convertido en un punto de referencia cultural y arquitectónico en Buenos Aires.
La Plaza República Islámica de Irán, ubicada estratégicamente entre las avenidas Adolfo Berro, Casares, Figueroa Alcorta y Sarmiento, es un pequeño oasis cultural que sorprende por su monumentalidad. En su centro, destaca la famosa columna persa, una réplica exacta de una de las columnas que formaba parte del Palacio de Ciro II, el Grande, en la mítica ciudad de Persépolis, que fue la capital del Imperio Persa alrededor del año 550 a.C. Esta obra fue donada por el Sha de Persia durante su visita oficial a la Argentina en 1965 y, desde entonces, ha quedado instalada en el barrio de Palermo, donde continúa fascinando a los transeúntes con su imponente presencia.
Con 19 metros de altura, la columna no solo destaca por su tamaño, sino también por la complejidad y el simbolismo de su construcción. Durante el armado en 1978, la Dirección de Paseos de la entonces Municipalidad de Buenos Aires entregó a la empresa encargada los seis contenedores con las piezas que conformarían la columna. Para su ensamblaje, se crearon moldes de la columna cónica, divididos en segmentos, que luego fueron rellenados con una mezcla de cemento y piedra molida proveniente de las ruinas de Persépolis, la antigua ciudad imperial destruida en 330 a.C. por Alejandro Magno.
El símbolo que esta columna representa es profundamente significativo. En su base, se encuentran las cabezas de dos bueyes, mirando en direcciones opuestas, que remiten a la fuerza y solidez que el Imperio Persa proyectaba en su época. En la Persépolis original, estas figuras servían como soporte para las vigas de madera de ébano o cedro que sostenían el techo de la Apadama, una de las principales salas del palacio. Este detalle de la columna, junto con el resto de la obra, conecta directamente con la historia de los emperadores aqueménidas y su influencia en la región.
Otros elementos de la Plaza
Además de la columna persa, la Plaza República Islámica de Irán alberga una obra adicional que también tiene un fuerte valor histórico y artístico: el León Persa, realizado en cerámicos babilonios por el artista ítalo-argentino Blas Salvador Gurrieri. Esta obra, que rinde homenaje a la iconografía de la antigua Persia, contribuye a enriquecer el paisaje cultural de la plaza, que se llena de historias y símbolos que transportan al visitante a una época lejana, pero profundamente relevante para la humanidad.
A su vez, el entorno de la plaza, rodeada de palmeras que brindan sombra y frescura, otorgan un marco natural a la columna y las obras que la acompañan. La vegetación exuberante y el diseño urbano de la plaza convierten a este espacio en un refugio ideal para aquellos que buscan tranquilidad y cultura en medio de la ciudad. La presencia de árboles y plantas también refuerza el carácter atemporal del lugar, haciendo de este rincón de Palermo una invitación constante a detenerse y contemplar el arte y la historia.
Impacto cultural y turístico
Con el paso de los años, la Plaza República Islámica de Irán se ha establecido como un punto de encuentro cultural. No solo los vecinos del barrio de Palermo disfrutan de su presencia, sino que también se ha convertido en una atracción turística para quienes buscan conocer más sobre la historia de Irán y la conexión que nuestro país mantiene con ese imperio antiguo. La columna, el León Persa y otras piezas que adornan la plaza, representan una tradición milenaria que sigue viva en este espacio público de Buenos Aires.
Durante el tiempo que he visitado la plaza, he sido testigo de la fascinación de quienes descubren, por primera vez, estos elementos históricos. La columna persa es sin duda el mayor atractivo, pero el ambiente que rodea la plaza, con su mezcla de arte, historia y naturaleza, ofrece una experiencia completa que va más allá de lo visual.
La Plaza República Islámica de Irán en Palermo es un pequeño tesoro que resguarda la memoria de un imperio antiguo, mientras ofrece a los porteños un espacio de reflexión y disfrute. Su monumental columna, junto a las otras obras que adornan este rincón de la ciudad, nos recuerdan que la historia está más cerca de lo que pensamos, esperando ser descubierta y apreciada por todos.