Reparar para no desechar: la Ciudad apuesta por una economía circular con talleres itinerantes

La Subsecretaría de Ambiente lanza “Reparar es Circular”, una iniciativa que recorre los barrios con el Repara Móvil y promueve el hábito de reparar en lugar de desechar.

Extender la vida útil de los objetos, reducir residuos y recuperar oficios: esa es la misión de “Reparar es Circular”, el nuevo programa de la Ciudad de Buenos Aires que, con una camioneta equipada como taller móvil, llega a cada barrio para enseñarnos a no tirar lo que aún puede ser útil.

“Creemos que reparar no es solo una acción práctica, sino también un acto cultural y ambiental. Queremos que los vecinos se animen a darles una segunda oportunidad a sus objetos”, dijo durante la presentación la subsecretaria de Ambiente, quien encabezó el lanzamiento junto al Club de Reparadores, socio estratégico del proyecto.

Como periodista, pude presenciar la primera jornada de “Reparar es Circular” en el barrio de Colegiales, donde el Repara Móvil —una camioneta blanca ploteada con mensajes de consumo responsable— se instaló en una plaza para ofrecer talleres gratuitos. Desde la costura de ropa hasta la reparación de pequeños electrodomésticos, la propuesta despertó una respuesta inmediata: los vecinos no solo se acercaban a arreglar objetos, sino también a aprender.

Algunos datos y objetivos clave del programa:

  • Itinerancia y cercanía: El Repara Móvil recorrerá distintos barrios de la Ciudad, instalándose en plazas y espacios públicos para acercar herramientas y saberes a los vecinos.

  • Consumo consciente: La campaña busca instalar la reparación como hábito, contrarrestando la lógica de lo descartable.

  • Reducción de residuos: La reparación permite disminuir la cantidad de desechos urbanos. En Buenos Aires se generan más de 6.500 toneladas de residuos por día, y buena parte corresponde a objetos que podrían haberse recuperado.

  • Revalorización de oficios: Se promueve la articulación con técnicos, reparadores y emprendedores del rubro, potenciando oportunidades de empleo verde.

  • Educación ambiental: Los talleres no solo enseñan a reparar, también informan sobre el impacto ambiental de la producción y el descarte innecesario.

En diálogo con algunos talleristas, escuché frases que reflejan el espíritu del programa: “Nosotros no solo enseñamos a coser o a cambiar un enchufe, sino a valorar lo que tenemos”; “El saber hacer es una forma de resistencia frente al consumo desenfrenado”. Esta articulación entre saber técnico y compromiso ambiental parece ser una de las claves del éxito inicial del programa.

Además, el Club de Reparadores —una organización con amplia trayectoria en la promoción del derecho a reparar— aporta su experiencia comunitaria, convocando a vecinos con conocimientos técnicos y generando un espacio colaborativo. La idea no es solo que alguien repare por vos, sino que vos también puedas aprender a hacerlo. De hecho, muchos se sorprenden al descubrir que con una guía simple pueden solucionar algo que pensaban perdido.

Desde la Subsecretaría aseguran que este es solo el inicio y que ya están avanzando en acuerdos con empresas del sector privado para donar herramientas, insumos o incluso brindar capacitaciones. El objetivo es fortalecer la red de reparación como actividad económica, sustentable y con potencial de crecimiento.