Duro golpe a la trampa: Defensa al Consumidor retira más de 500 productos irregulares en supermercados porteños

Tras intensos operativos en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, el área de Defensa al Consumidor detectó múltiples irregularidades en comercios de cercanía, protegiendo los derechos de los vecinos y sacando de circulación productos vencidos y mal rotulados.

En una serie de inspecciones exhaustivas llevadas a cabo en supermercados y autoservicios de la Ciudad, Defensa al Consumidor labró 96 actas de infracción y retiró 558 productos alimenticios y de uso cotidiano en mal estado. Como periodista, recorrí algunas de estas zonas y pude ver de primera mano la importancia de estos operativos para resguardar la salud y los derechos de los consumidores.

“Nuestro compromiso es proteger a los vecinos y garantizar que los productos que adquieren cumplan con todas las normativas vigentes”, aseguró uno de los inspectores que participó en los operativos, quien prefirió mantenerse en el anonimato.

Las inspecciones, que se concentraron en barrios de la Comuna 4 como Parque Patricios, Parque Lezama, Barracas y La Boca; en Constitución (Comuna 1); Flores (Comuna 7) y Belgrano (Comuna 13), surgieron a partir de denuncias vecinales y sospechas de reincidencia en supermercados de cercanía. La acción fue contundente:

  • Se retiraron de la venta 327 productos alimenticios sin rotulado adecuado.
  • Se detectaron 231 artículos vencidos.
  • Se labraron un total de 96 actas de infracción.

Durante mi recorrido, constaté algunas de las principales infracciones observadas por los inspectores:

  • Falta de precios en productos y en las góndolas.
  • Diferencias entre los precios exhibidos y los cobrados en caja.
  • Productos vencidos, en mal estado o mal conservados.
  • Publicidad engañosa.
  • Venta de productos con etiquetas exclusivamente en otros idiomas, sin información de fabricante, ingredientes ni fechas de vencimiento.
  • Tickets y facturas emitidos fuera de norma.
  • Ausencia del libro de quejas y de la cartelería obligatoria.

No se trata sólo de formalismos. Un producto sin rotulado puede esconder ingredientes peligrosos para personas alérgicas o condiciones de conservación inapropiadas que afecten la salud. Como consumidores, tenemos derecho a contar con toda la información necesaria para elegir de manera segura.

Además, me confirmaron que los controles se realizan tanto de oficio como a partir de denuncias realizadas en la página oficial del Gobierno de la Ciudad. Es decir, todos tenemos la posibilidad de ser parte activa de esta vigilancia y contribuir a un comercio más justo y seguro.

Desde mi experiencia en el lugar, puedo asegurar que este tipo de operativos no sólo son necesarios, sino vitales para proteger la salud pública y garantizar un consumo informado. La defensa de nuestros derechos comienza con la información y el compromiso de todos.