Buenos Aires, nueva sede del CFT: un paso adelante en transparencia y gobierno abierto

En un encuentro clave para el futuro de las políticas de acceso a la información en Argentina, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue elegida como sede de la próxima Asamblea General del Consejo Federal para la Transparencia, y asumió un rol estratégico en la protección de datos personales.

En representación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tamara Laznik y Santiago Alberdi participaron activamente de la XV Asamblea del Consejo Federal para la Transparencia (CFT), celebrada en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. En un contexto de consenso federal y cooperación institucional, Buenos Aires no solo fue elegida sede del próximo encuentro nacional, sino que también asumió la coordinación de una de las comisiones más relevantes del organismo: la de Gobernanza de Datos y Protección de la Privacidad.

“La transparencia es una herramienta de transformación y empoderamiento ciudadano. Es un honor y una gran responsabilidad que la Ciudad haya sido seleccionada para liderar estos espacios”, expresó Tamara Laznik, Directora General de Acceso a la Información Pública y Gobierno Abierto, al finalizar la sesión plenaria.

El evento, organizado por la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), reunió a autoridades de todo el país para repasar los avances y desafíos del CFT, un organismo clave en la articulación de políticas públicas vinculadas al derecho de acceso a la información, la transparencia estatal y la protección de datos personales.

Durante la jornada, se abordaron los principales logros del año en las tres comisiones permanentes del CFT:

• Transparencia, donde se discutió el impacto de las nuevas tecnologías en los mecanismos de rendición de cuentas;

• Gobernanza de Datos y Protección de la Privacidad, con foco en la actualización normativa ante el crecimiento del uso de inteligencia artificial y big data en la gestión pública;

• Gobierno Abierto y Participación Ciudadana, que puso en agenda la necesidad de fomentar canales innovadores de diálogo con la ciudadanía.

La planificación para el período 2025-2026 fue también uno de los ejes centrales. Allí, la Ciudad de Buenos Aires ratificó su compromiso con una agenda activa de datos abiertos, protección de derechos digitales y participación pública. En este contexto, el Órgano Garante del Derecho de Acceso a la Información (OGDAI), a cargo de Santiago Alberdi, fue elegido como coordinador de la Comisión de Gobernanza de Datos y Protección de la Privacidad, rol que le permitirá influir directamente en los lineamientos nacionales sobre estas materias.

“Este nuevo rol refleja el trabajo sostenido que venimos realizando en Buenos Aires y el compromiso de seguir fortaleciendo una cultura institucional basada en la apertura, la legalidad y el respeto por los derechos ciudadanos”, aseguró Alberdi, destacando la necesidad de capacitar a los equipos técnicos y garantizar estándares homogéneos en todo el país.

Por su parte, la elección de Buenos Aires como sede de la XVI Asamblea General Ordinaria del CFT, que tendrá lugar en el segundo semestre de 2025, marca un reconocimiento al liderazgo porteño en materia de gobierno abierto y transparencia. Será una oportunidad para visibilizar las iniciativas locales, intercambiar experiencias con otras jurisdicciones y continuar consolidando el rol activo de la Ciudad en el mapa federal.

El trabajo colaborativo entre las distintas provincias, sumado a la coordinación de acciones comunes, refuerza la importancia del CFT como espacio de construcción conjunta. Frente a los desafíos que implican el avance tecnológico y la demanda social por mayor acceso a la información, el fortalecimiento institucional resulta clave.

Desde mi lugar como cronista de este momento, no puedo evitar sentir que estos acuerdos no solo representan decisiones técnicas, sino también una declaración política. La Ciudad de Buenos Aires se posiciona como referente, sí, pero también como puente. Un puente entre la innovación y los derechos, entre el Estado y la ciudadanía. En tiempos donde la información es poder, garantizar su acceso es, más que nunca, un acto democrático.