Presupuesto 2026: Buenos Aires mantiene el equilibrio fiscal y apuesta fuerte a la educación y los servicios sociales

Por quinto año consecutivo, la Ciudad presenta un presupuesto con superávit. El 61,7% de los fondos irá destinado a salud, educación y desarrollo social, con un fuerte foco en la inversión pública y una reforma del Estado que busca modernizar la gestión.

En tiempos de inestabilidad económica y alta incertidumbre a nivel nacional, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó su Proyecto de Ley de Presupuesto 2026, destacando un resultado financiero positivo por quinto año consecutivo. El equilibrio fiscal, acompañado de una fuerte inversión en áreas clave como educación, salud y promoción social, marca la hoja de ruta para los próximos años en la Capital.

«El equilibrio fiscal no es un eslogan, es una política sostenida que nos permite invertir en lo que verdaderamente importa: las personas. Este presupuesto refleja nuestras prioridades, con educación nuevamente como el área con mayor inversión», sostuvieron desde el Ejecutivo porteño al presentar las cifras ante la Legislatura.

Como periodista de Palermoweb, estuve presente en la presentación técnica del presupuesto y pude ver cómo se desgranan los números y las decisiones que marcarán el futuro inmediato de la Ciudad. En una jornada extensa y cargada de definiciones, el Gobierno porteño puso sobre la mesa un paquete de proyecciones ambicioso, pero con bases firmes.

El presupuesto total estimado para 2026 es de $17 billones 341 mil millones, mientras que los recursos totales previstos alcanzan los $17 billones 347 mil millones, lo que genera un superávit financiero de $6 mil millones. Un dato no menor en un contexto de ajuste nacional y desaceleración económica.

Además, se prevé un Resultado Económico Primario de $3,69 billones y un Resultado Primario superavitario de $259 mil millones, lo que demuestra que no solo hay solvencia, sino también capacidad de inversión sin depender del endeudamiento.

Ejes estratégicos del presupuesto

La gestión porteña organizó el presupuesto 2026 en torno a cinco ejes:

  • Metro cuadrado: mejoras urbanas, espacio público, infraestructura.

  • Cuidado: educación, salud, desarrollo humano.

  • Movilidad: transporte, tránsito, planificación urbana.

  • Ciudad atractiva: cultura, turismo, innovación.

  • Reforma del Estado: modernización, eficiencia, gestión basada en datos.

Pero más allá de los conceptos, los números son los que cuentan. Y acá van los más relevantes:

  • 61,7% del presupuesto total estará destinado a servicios sociales, con una inversión de $10 billones 688 mil millones.

  • Educación lidera el reparto con el 20% del total, es decir, $3 billones 469 mil millones.

  • Salud recibirá el 16,5% del presupuesto, alcanzando $2 billones 861 mil millones.

  • Promoción y Acción Social contará con el 9,3%, unos $1 billón 616 mil millones.

  • Seguridad tendrá un crédito asignado del 15%, equivalente a $2 billones 605 mil millones.

  • Intereses de deuda pública representarán apenas el 1,5%, lo que muestra una administración contenida en términos financieros.

Una de las novedades más destacadas es el alivio fiscal para trabajadores no profesionales a través de ajustes en el impuesto a los Ingresos Brutos, con el objetivo de fomentar la actividad económica sin afectar la recaudación estructural.

Recursos y coparticipación: un conflicto sin resolver

Respecto a los ingresos, la Ciudad estima $14 billones 193 mil millones en recursos tributarios, de los cuales:

  • $12,6 billones son recursos propios.

  • $1,59 billones provienen del coeficiente del 1,40 de coparticipación, transferido diariamente.

  • $1,80 billones corresponden al coeficiente del 1,55, transferido semanalmente.

Pero el conflicto con la Nación persiste: la Ciudad continúa reclamando el pago de USD 6.000 millones acumulados desde 2020 y exige a la Corte Suprema que se expida sobre la restitución del coeficiente original del 3,5%.

En paralelo, desde el Ejecutivo insisten en la importancia de avanzar hacia un modelo de financiamiento autónomo y sostenible, sin depender de transferencias discrecionales.

Desde Palermoweb, puedo decir que este presupuesto no solo es una hoja de cálculo: es un reflejo político de hacia dónde quiere ir Buenos Aires. En medio de la turbulencia nacional, la Ciudad apuesta por la previsibilidad, la inversión social y la responsabilidad fiscal. Una decisión que, en este contexto, suena casi disruptiva.