La Belleza Eterna del Rosedal: Un Jardín que Cautiva

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Un rincón de ensueño en la ciudad, donde 8.000 rosas florecen en armonía, el Rosedal de Buenos Aires se erige como un testimonio del legado de Benito Carrasco y el arte paisajístico.

Pasear por el Rosedal es sumergirse en un mar de colores y fragancias. Desde su inauguración en 1914, este jardín de casi 4 hectáreas ha sido un refugio tanto para turistas como para locales, quienes buscan un escape del bullicio urbano. “El Rosedal es un homenaje a la naturaleza y a la dedicación de quienes han trabajado por su esplendor”, afirma María López, una visitante habitual.

La historia detrás de un ícono

El Rosedal no es solo un jardín; es la culminación del esfuerzo de Benito Carrasco, quien, a los 37 años, asumió la Dirección de Paseos de la Ciudad y finalizó este emblemático espacio. Bajo la influencia del célebre paisajista Carlos Thays, Carrasco se convirtió en su legado vivo. Algunas cifras y hechos destacados son:

  • 8.000 Rosas: El jardín alberga casi 8.000 rosas de 93 especies diferentes.
  • Premios: En 2012, el Rosedal recibió el Garden Excellence Award de la WFRS.
  • Bustos Poéticos: Entre sus senderos, se encuentran bustos de poetas como Borges y Alfonsina Storni.
  • Patio Andaluz: Un regalo de Sevilla a Buenos Aires, que invita a disfrutar de la cultura hispánica.
  • Puente Helénico: Su estructura arquitectónica es un atractivo adicional, añadiendo un toque clásico al paisaje.

Carrasco, quien había trabajado con Thays desde 1900, no solo diseñó el Rosedal, sino que también fue responsable de la creación de otros espacios verdes importantes en la ciudad, como el Jardín Botánico y la Costanera Sur. Su visión perdura, permitiendo que generaciones disfruten de la belleza natural en un entorno urbano.

Un espacio para todos

Cada día, el Rosedal abre sus puertas de manera gratuita, brindando acceso a un paraíso de tranquilidad. Los horarios de visita son:

  • Verano: Martes a domingo de 10 a 18 hs.
  • Invierno: Martes a domingo de 10 a 18 hs.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el jardín permanecerá cerrado en días de mal tiempo y en fechas especiales como el 1 de enero y el 31 de diciembre. Esta medida es esencial para garantizar la seguridad de los visitantes.

A casi un siglo de su creación, el Rosedal continúa siendo un símbolo de amor por la naturaleza y el arte del paisajismo. La pasión de Benito Carrasco se refleja en cada rincón, y su legado sigue vivo en el corazón de Buenos Aires. Visitar el Rosedal no solo es un deleite visual, sino también una conexión con la historia y la cultura de la ciudad, convirtiéndose en una experiencia imperdible para quienes buscan redescubrir la esencia de lo que significa vivir en armonía con la naturaleza.

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