Un castillo para imaginar: la Plaza Olivera estrena patio de juegos medieval

En el corazón de Parque Avellaneda, el Gobierno porteño inauguró un nuevo espacio lúdico inspirado en la historia del barrio. Con accesibilidad, diseño temático y seguridad, la renovada Plaza Olivera ya es un imán para las familias.
Un mangrullo en forma de castillo medieval se alza como nuevo símbolo de encuentro y juego en el barrio de Parque Avellaneda. El patio de juegos de Plaza Olivera fue completamente renovado por el Gobierno de la Ciudad, en el marco del plan de mejora de espacios verdes que abarca más de 100 plazas y parques porteños. Con diseño inclusivo y sentido de pertenencia, el nuevo espacio combina creatividad, historia y accesibilidad.
“Queríamos que los chicos jugaran en un lugar que los inspire, que cuente una historia y a la vez sea seguro, amplio y accesible. En Plaza Olivera lo logramos. Es una invitación a imaginar, a explorar y a compartir en comunidad”, sostuvo Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, en diálogo con Palermoweb.
Tuve la oportunidad de recorrer el nuevo patio de juegos y conversar con familias que se acercaban con sus hijos. Lo que antes era un espacio algo olvidado, hoy vibra con risas, carreras y juegos. Es evidente que no se trata de una simple renovación: es una propuesta pensada con sentido, integrada al entorno y con fuerte anclaje en la identidad barrial.
Algunos puntos clave del proyecto:
-
El mangrullo principal fue diseñado como un castillo medieval, en alusión a los orígenes históricos del barrio y la antigua chacra «Los Remedios», de la familia Olivera.
-
La estructura está fabricada en madera y hierro, resistente y duradera, y está rodeada de elementos lúdicos que estimulan la imaginación.
-
Se dividió el espacio en dos sectores:
-
Uno tranquilo, con arenero, texturas suaves y colores estimulantes, ideal para niños pequeños.
-
Otro más activo, con juegos de agilidad, desafíos físicos y un pórtico de hamacas.
-
-
El área fue ampliada y rediseñada para promover la inclusión: los juegos son accesibles y los pisos, de caucho blando, favorecen la seguridad.
-
Un tabique verde de vegetación nativa delimita el espacio respecto de la avenida Olivera, generando una barrera visual que brinda protección sin aislar.
-
Se sumó nuevo mobiliario urbano y sectores de descanso, además de caminos en hormigón peinado para una mejor circulación, incluso en días húmedos.
Este espacio se emplaza sobre uno de los dos “triángulos” en los que se divide la Plaza Olivera, atravesada por la avenida homónima. La intervención no solo se centró en el área de juegos, sino que implicó una reforma paisajística integral del entorno, que prioriza la superficie absorbente y mejora el confort ambiental del lugar.
El plan del Gobierno porteño no se agota aquí. En lo que va del año, ya se avanzó en la renovación de más de 30 patios de juegos y un total de 104 espacios verdes en distintas comunas. La lógica es clara: construir espacios públicos que convoquen a la ciudadanía, fomenten la vida al aire libre y respeten la diversidad de edades y capacidades.
Como periodista de Palermoweb y vecino, celebro la iniciativa. Este tipo de intervenciones no solo embellecen la ciudad, sino que fortalecen el tejido social, el derecho al juego y la apropiación del espacio público. Sentado en uno de los bancos recién colocados, observando cómo una nena vestida de princesa trepa por la torre del castillo con una espada de cartón, es evidente que algo más que una plaza fue inaugurada: se abrió una puerta a la fantasía.
Plaza Olivera ya no es solo un lugar de paso: es un destino. Un rincón donde la historia se convierte en juego y el juego, en comunidad. Y eso, en los tiempos que corren, vale más que nunca.