Un viaje en subte con Borges, libros y lecturas compartidas

La Línea D se transforma este sábado en un vagón cultural: lectores, libros y un homenaje a Borges se dan cita en un recorrido único desde Catedral hasta Congreso de Tucumán.

Este sábado a las 15 horas, la rutina del subte porteño tendrá un giro inesperado: los pasajeros de la Línea D se encontrarán con un viaje en el que leer, intercambiar libros y compartir lecturas será la consigna. La propuesta, organizada en el marco de las Jornadas Borges por el Ministerio de Cultura de la Ciudad, invita a que cada persona suba con un ejemplar en la mano, no solo para sumergirse en sus páginas durante el trayecto, sino también para intercambiarlo con otros lectores. El punto de encuentro será la estación Catedral, y el cierre tendrá lugar en Congreso de Tucumán, donde una estación ambientada recibirá a los participantes para poner en común las lecturas elegidas bajo la guía de la influencer cultural Cecilia Bona (@porqueleerok).

“Sabemos que el subte no es solamente un medio de transporte. Es un espacio que conecta a la gente con sus familias, sus amigos, sus espacios recreativos, y muchos lo aprovechan para leer, así que nos enorgullece organizar este tipo de actividades en las que puedan reunirse personas con los mismos intereses y, de paso, llevarse un libro”, subraya Javier Ibañez, presidente de SBASE.

El viaje literario no se limitará a la lectura silenciosa. Habrá sorpresas en cada tramo: ejemplares sueltos, cedidos por la Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura del Gobierno porteño, esperarán a los pasajeros en asientos, molinetes y escaleras. No se trata de cualquier selección:

  • Obras de Mario Vargas Llosa y José Saramago.

  • Clásicos de Virginia Woolf y Julio Verne.

  • La sensibilidad de Mario Benedetti y Alfonsina Storni.

  • El misterio de Agatha Christie.

  • Y la potencia narrativa de J. M. Coetzee, entre otros.

La idea, me cuentan los organizadores, es que cada lector se sorprenda al descubrir un título en un rincón inesperado, lo tome y lo haga propio. Es un gesto pequeño pero simbólico: devolver al libro su capacidad de circular, de cambiar de manos, de abrir mundos distintos en el mismo vagón.

Cecilia Bona, creadora del proyecto @porqueleerok, será la encargada de guiar la conversación en la estación final. Su experiencia en difundir reseñas y actividades culturales la convierte en la voz adecuada para tender un puente entre quienes leen por hábito y aquellos que quizás lo hagan por primera vez en este contexto. “Leer no es un acto solitario, es una forma de compartir con otros, de reconocernos en lo que pensamos y sentimos”, suele decir, y esta jornada parece confirmar sus palabras.

Todo se inscribe dentro de las Jornadas Borges, un ciclo que rinde homenaje al nacimiento de Jorge Luis Borges el 24 de agosto. Además de esta actividad en el subte, el programa incluye talleres de lectura, visitas guiadas, cine debate y espectáculos vinculados al universo del escritor. Borges, viajero incansable de los laberintos literarios, parece estar presente en cada vagón que se llena de páginas abiertas.

Como cronista y como pasajero frecuente de la Línea D, no puedo dejar de pensar en la magia de este cruce: la rutina urbana que se interrumpe con la aparición inesperada de un poema de Storni o una novela de Verne. Es, en definitiva, un recordatorio de que la literatura no pertenece solo a las bibliotecas, sino también a los pasillos del metro, a las manos que se rozan al pasar un libro, a los ojos que se encuentran en medio de un viaje cotidiano.

El subte, ese espacio muchas veces percibido como gris y apurado, se tiñe por un día de literatura, de intercambio y de comunidad. En Palermoweb celebramos que existan iniciativas así: porque cuando un libro se abre en un vagón, la ciudad misma se expande.