Prohibición de ceremonias de iniciación en Fuerzas Armadas: Fin a ritos degradantes
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, ha emitido una orden que prohíbe las ceremonias de iniciación, así como el consumo de alcohol, en el ámbito de las Fuerzas Armadas, en respuesta a casos de abusos y tragedias recientes.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, ha emitido una orden que prohíbe las ceremonias de iniciación y el consumo de alcohol en las Fuerzas Armadas. La medida busca erradicar prácticas degradantes y prevenir tragedias como las recientes muertes y lesiones ocurridas durante estos eventos.
Según el comunicado oficial del ministerio, «Los ritos de iniciación no corresponden a actos del servicio vinculados a la profesión militar y son contrarios al mantenimiento de la disciplina». Esta prohibición refleja el compromiso del ministerio con la integridad y el respeto en las fuerzas militares.
- La orden del ministro Taiana, publicada en la resolución Nro. 973, prohíbe cualquier tipo de actividad no reglamentaria relacionada con el inicio o la culminación de actividades de formación o entrenamiento en las Fuerzas Armadas.
- Esta medida responde a casos recientes de abusos y tragedias durante ceremonias de iniciación, como la muerte del subteniente Matías Chirino en Paso de los Libres, Corrientes, y las graves lesiones sufridas por el cabo Michel Natanael Verón en Apóstoles, Misiones.
- La orden también establece que el incumplimiento de esta prohibición dará lugar a acciones disciplinarias que podrían ser consideradas como faltas graves, según la Ley N° 26.394.
- El ministerio destaca la importancia de promover los valores éticos y profesionales en las Fuerzas Armadas, basados en los principios sanmartinianos, y señala la necesidad de prevenir la violencia interpersonal a través de la educación en los institutos de formación militar.
La prohibición de ceremonias de iniciación y el consumo de alcohol en las Fuerzas Armadas representa un paso importante hacia una cultura de respeto y dignidad en el ámbito militar. Sin embargo, queda aún por delante el desafío de erradicar por completo prácticas degradantes y promover un ambiente de camaradería y profesionalismo en todas las unidades militares.