Revolución en Tarifas: La «Redistribución del Subsidio» según Galmarini

La titular de AySA, Malena Galmarini, sacudió el panorama tarifario al anunciar una transformación sin precedentes en la historia energética argentina. Ahora, bajo la denominación de «Redistribución del Subsidio» o «Aumentos con Justicia Social», el gobierno presenta una estrategia que promete cambiar el juego en materia de servicios públicos.

En una conferencia de prensa, Flavia Royón, secretaria de Energía, detalló los impactantes números detrás de esta nueva política. Se estima un ahorro fiscal de casi medio billón de pesos para 2023, con recortes significativos tanto en energía eléctrica como en gas natural y agua corriente. Malena Galmarini añadió que, para AySA, el ahorro previsto será de $2.000 millones este año y alcanzará los $45.000 millones en el próximo.

La clave de esta transformación radica en la segmentación tarifaria, estableciendo tres niveles de usuarios según su capacidad económica y niveles de consumo. Con topes de consumo definidos y subsidios escalonados, se pretende garantizar que los beneficios lleguen a quienes más lo necesitan.

Federico Bernal, subsecretario de Hidrocarburos, explicó que el tope de consumo se determinará considerando un porcentaje del promedio entre los umbrales mínimo y máximo de cada categoría. De esta manera, se buscará equilibrar la carga fiscal y fomentar un uso más consciente de los recursos.

«Esto no es simplemente un aumento de tarifas, es una verdadera redistribución de subsidios», enfatizó Royón. Además, resaltó la importancia de promover la educación sobre el uso sustentable y racional de los servicios básicos.

Este cambio radical en las tarifas no solo impactará en los bolsillos de los argentinos, sino que promete redefinir el acceso y la equidad en el uso de servicios esenciales. Una medida que marcará un hito en la historia de la política energética del país.

Bernal explicó que un usuario categorizado como nivel 3 (sectores medios), quien abonó una factura de gas de $ 1.650 en junio, al completarse el proceso gradual de eliminación del subsidio, pagará $ 2.146, representando un ajuste del 30,06%.

Por su parte, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, detalló que para un usuario de Edesur con un consumo promedio de 300 kwh, el monto antes de impuestos aumentará de $ 1.467 a $ 2.285 al finalizar la tercera etapa de ajuste, implicando un incremento del 55,76%.

La disminución de los subsidios en las tarifas de AySA se implementará de forma diferenciada y gradual, progresiva y gradual para ciertos usuarios, anunció Malena Galmarini, presidenta de la empresa.

Subrayando que «el agua es un derecho humano» y destacando que en Argentina los usuarios pagan el 36% del costo de producción por litro de agua, Galmarini afirmó que «el consumo debe estar asociado al precio, otorgando valor a este recurso».

Con este fin, la empresa ha diseñado un sistema de segmentación utilizando coeficientes zonales, con una «reducción gradual y diferenciada de los subsidios para algunos usuarios».

Según Galmarini, los usuarios residenciales experimentarán reducciones según sus zonas, mientras que los no residenciales lo harán en etapas. Se mantendrán las tarifas sociales y comunitarias, y se considerará a aquellos que enfrenten dificultades para pagarlas.