Milei cierra su campaña como la nueva estrella de la política argentina: “Somos un fenómeno mundial”
El escenario se ilumina con un león en llamas que atraviesa la pantalla, acompañado de música estridente. Un shofar judío resuena, no marcando el inicio de un nuevo año, sino dando comienzo a cinco minutos de intensas secuencias visuales: edificios que se desploman y explosiones de bombas nucleares. Javier Milei, el candidato de la ultraderecha argentina, emerge entre la multitud. Su entrada al escenario parece extenuante, pero una vez en el podio, agita las manos y arenga al público como el líder de una barra brava de fútbol.
«Soy el rey, soy el león», grita Milei. La multitud, compuesta por más de 15,000 personas que colmaron el estadio cubierto en Buenos Aires para el cierre de su campaña presidencial, responde con entusiasmo: «La casta tiene miedo, la casta tiene miedo». El ultra declara con orgullo: «Ya no somos una fuerza de barrio, somos un fenómeno mundial».
Después del evento, la sensación en el aire es clara: Milei es un contendiente serio. «Milei es el único, el único que puede cambiar Argentina para siempre», afirma Ignacio, un estudiante de Economía, fuera del estadio. La mayoría de los presentes son jóvenes varones. En los alrededores, se venden camisetas y banderas con la silueta de un león, así como gorras de las «fuerzas del cielo», término que identifica a sus seguidores, tomado de una cita bíblica del Antiguo Testamento: «En una batalla, la victoria no depende del número de soldados, sino de las fuerzas del cielo». La ferviente muestra de apoyo deja claro que Milei ha consolidado su posición como una figura de relevancia en la política argentina.