La plazoleta Cnel. Jordan C. Wysocki: Un homenaje a la historia y la educación en el corazón de Palermo

En pleno Palermo, la plazoleta Cnel. Jordan C. Wysocki no solo guarda la memoria de un destacado militar e ingeniero polaco, sino también el tributo a William C. Morris, un pedagogo cuya obra marcó un antes y un después en la educación argentina.
La plazoleta Cnel. Jordan C. Wysocki, situada entre las avenidas Presidente Figueroa Alcorta, Intendente Pinedo y Agustín Méndez en el barrio de Palermo, es un espacio verde de la Ciudad que no solo invita al descanso, sino que resguarda la historia de importantes figuras que dejaron su huella en la Argentina. En 1960, la Asociación de Ex Alumnos de las Escuelas e Institutos Filantrópicos Argentinos «William C. Morris» logró la construcción de un monumento en homenaje a este gran educador. La estatua, inaugurada en 1964, representa una figura de Morris de pie, con un libro en la mano y un maletín en la otra, de cara a la historia y al futuro de la educación.
“Este monumento no es solo un homenaje a un hombre, sino a un ideal, el de la educación como pilar fundamental de nuestra sociedad”, aseguró el presidente de la Asociación, quien destacó la relevancia de Morris no solo en su época, sino también en los principios que dejó para futuras generaciones. Este tributo, realizado por el escultor argentino Humberto Cerantonio, es una obra de gran significado para todos los argentinos que valoran la educación como un motor de transformación social.
Jordan Czeslaw Wysocki, un militar e ingeniero de origen polaco, es otro de los personajes clave en la historia de la plaza. Nacido en 1839, Wysocki llegó a Buenos Aires en 1867 y rápidamente se destacó por sus trabajos de ingeniería, particularmente en el diseño y desarrollo del Parque Tres de Febrero, que hasta hoy es uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad. Además, realizó el estudio geográfico, estratégico y económico del río Santa Cruz, un trabajo fundamental que sentó las bases para futuras exploraciones y desarrollos en la región.
El monumento a William C. Morris se erige como un símbolo de su legado pedagógico. La escultura, de tres metros de altura, es acompañada por una gran estructura compuesta por un arco apuntado que tiene inserta una cruz latina. En los relieves en piedra se pueden ver principios que definen la vida y obra de este educador, con la inscripción de una de sus frases más célebres: «Ríen, juegan y estudian. Los niños son los más preciosos tesoros de la patria.» Además, la parte trasera del monumento muestra un relieve que representa a niños con instrumentos musicales, reflejando la importancia de la cultura y la creatividad en el proceso educativo.
A lo largo de los años, la plazoleta ha sido escenario de numerosas actividades, especialmente aquellas vinculadas con la historia de la educación en Argentina. La obra escultórica, que sigue siendo un referente, también es un recordatorio de cómo la educación fue, y sigue siendo, un pilar fundamental para el desarrollo de la nación. La frase de Morris sigue vigente, recordándonos que los niños, como «tesoros de la patria», deben ser protegidos, cuidados y formados con los mejores principios.
El trabajo de William C. Morris y la figura de Jordan Wysocki no solo se mantienen vivos a través de monumentos como este, sino que continúan siendo una referencia dentro de los valores que la sociedad argentina promueve. La plazoleta Cnel. Jordan C. Wysocki se erige como un espacio de memoria y reflexión, que invita a los vecinos y visitantes a recordar y valorar la importancia de la educación, la cultura y la historia en el presente de la Ciudad.
Este pequeño pero significativo espacio verde de Palermo, además de ser un lugar de descanso, es un punto de encuentro con la historia, recordándonos la trascendencia de quienes contribuyeron a la construcción del país que hoy conocemos. De esta forma, la plazoleta se convierte en un testimonio de la memoria colectiva y en un espacio vital que preserva el pasado y educa a las nuevas generaciones.