Buenos Aires despide al Papa Francisco con gratitud y esperanza

Representantes del Gobierno porteño participaron en las exequias del Papa Francisco en el Vaticano. La Ciudad honra el legado del pontífice argentino con palabras de homenaje y compromiso con sus valores.
En una jornada marcada por la emoción y el reconocimiento mundial, la Ciudad de Buenos Aires estuvo presente en el Vaticano para despedir al Papa Francisco. En representación del Jefe de Gobierno, Jorge Macri, viajaron Fulvio Pompeo y Victoria Morales Gorleri, quienes destacaron el legado del pontífice como un faro espiritual que trascendió fronteras.
“Venimos en representación de la Ciudad para celebrar el enorme legado de Francisco. Es el porteño que humildemente llegó a todo el mundo comprometido con los demás, de incansable trabajo por la paz. Desde Buenos Aires lo despedimos con orgullo y gratitud”, expresó el Secretario General y de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo, al finalizar la ceremonia.
El sábado, en Roma, más de 130 delegaciones internacionales se reunieron para participar de las exequias del Papa Francisco, fallecido esta semana a los 88 años. Fue un funeral multitudinario, cargado de solemnidad y respeto, que evidenció la influencia global de un Papa argentino que eligió el nombre de un santo humilde y, con ese mismo espíritu, condujo a la Iglesia durante más de una década.
Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde comenzó su camino como sacerdote y luego como Arzobispo, se organizó una delegación oficial para estar presente en esta despedida histórica. El Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, decidió no viajar para mantenerse cerca de la comunidad católica local, acompañando en el dolor a miles de vecinos que sintieron profundamente la partida del Sumo Pontífice.
En su lugar, la representación institucional estuvo a cargo de Fulvio Pompeo, Secretario General y de Relaciones Internacionales, y de Victoria Morales Gorleri, presidenta del Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes, quien compartió años de trabajo pastoral junto al entonces Cardenal Jorge Bergoglio.
Morales Gorleri, visiblemente emocionada, recordó:
“Argentina le dio al mundo un gran líder espiritual. Me llena de esperanza que se pueda conocer la maravilla del Papado de Francisco, que nos marca un norte como humanidad. Es un Papa que nos habló a todos como humanidad.”
Ambos funcionarios coincidieron en la importancia de sostener y promover en la Ciudad los valores que predicó el Papa Francisco:
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Diálogo interreligioso: un llamado permanente al entendimiento entre credos.
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Justicia social y cercanía con los pobres: Francisco caminó al lado de los marginados.
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Ecología integral: su encíclica Laudato si’ marcó un antes y un después en la mirada ambiental de la Iglesia.
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Paz y fraternidad: impulsó iniciativas globales para tender puentes entre pueblos.
“Con su promoción y fuerte compromiso por el diálogo interreligioso, Francisco nos inspira a seguir construyendo en la Ciudad de Buenos Aires una convivencia basada en el respeto mutuo, la inclusión y el entendimiento entre las diferentes culturas y religiones, valores que son pilares fundamentales de nuestra gestión”, enfatizó Pompeo durante su intervención en Roma.
Desde Buenos Aires, lo despedimos con el corazón lleno. Porque, como periodista y como porteño, sé que el Papa Francisco no fue solo un líder espiritual: fue un símbolo vivo de humildad, coherencia y compromiso con el otro. Y ese legado —tan profundamente nuestro como universal— seguirá marcando el rumbo de esta Ciudad y del mundo.