21 jóvenes se gradúan como promotores de derechos en la Ciudad

El programa de formación de promotores de derechos culmina con la entrega de diplomas a 21 adolescentes comprometidos con el cambio social.

En un acto cargado de emoción y esperanza, 21 adolescentes de la Ciudad recibieron su diploma como nuevos promotores de derechos, tras completar un innovador programa que los capacitó para fortalecer sus habilidades y participar activamente en la transformación de sus comunidades. Este programa no solo les brindó herramientas, sino que los empoderó para ejercer plenamente sus derechos y fomentar la ciudadanía responsable.

«Este programa ha sido una oportunidad única para que los jóvenes conozcan sus derechos y comprendan cómo pueden influir en su entorno. Hoy, estos adolescentes están más preparados para ser líderes y agentes de cambio», aseguró la coordinadora del Programa de Formación de Promotores de Derechos durante la ceremonia de clausura.

El Programa de Formación de Promotores de Derechos, una iniciativa que ha impactado de manera significativa a los jóvenes de la Ciudad, tiene como misión empoderar a niñas, niños y adolescentes, proporcionándoles herramientas clave para fortalecer sus habilidades de liderazgo y participación. Durante su desarrollo, los jóvenes no solo fueron instruidos sobre los derechos fundamentales, sino que también participaron en actividades de reflexión profunda sobre los problemas que afectan a sus comunidades, generando una verdadera conciencia sobre el ejercicio pleno de sus derechos.

A lo largo de las sesiones, se abordaron temas esenciales como la igualdad de género, el derecho a la educación, la no discriminación y la participación activa en la toma de decisiones sociales y políticas. Las actividades incluyeron talleres interactivos, charlas con expertos en derechos humanos, y ejercicios prácticos que motivaron a los participantes a asumir un rol protagónico en la defensa de sus derechos y los de los demás.

Datos clave sobre el programa:

  • Participantes: 21 adolescentes de diversas zonas de la Ciudad, con edades comprendidas entre los 14 y 18 años.
  • Duración del programa: 6 meses de formación intensiva.
  • Actividades realizadas: Talleres sobre derechos humanos, debates sobre justicia social, actividades comunitarias, encuentros con líderes sociales.
  • Objetivo: Empoderar a los jóvenes para que actúen como promotores de derechos en sus respectivas comunidades.

Los participantes del programa demostraron un gran compromiso desde el inicio. A lo largo de los meses, se evidenció un notable crecimiento en sus capacidades para reflexionar sobre problemáticas sociales, identificar injusticias y proponer soluciones creativas y efectivas. Su dedicación fue destacada por los organizadores, quienes aseguraron que los jóvenes ahora están listos para convertirse en agentes de cambio.

En su intervención, uno de los jóvenes graduados comentó: «Hoy soy más consciente de mis derechos y de cómo puedo ayudar a los demás. Este programa me ha enseñado que podemos ser la voz de quienes no la tienen».

Por su parte, los expertos que acompañaron a los jóvenes en su formación subrayaron el impacto positivo que estos programas tienen en el desarrollo de una ciudadanía activa y crítica. La experta en derechos humanos, Laura García, destacó que “es fundamental que desde temprana edad los jóvenes comprendan sus derechos y el poder que tienen para mejorar sus comunidades. Estos chicos tienen un futuro brillante como promotores de derechos.”

Al cierre del evento, los 21 graduados recibieron con orgullo su diploma, simbolizando no solo su aprendizaje, sino también el compromiso adquirido con su sociedad. Ahora, equipados con los conocimientos y herramientas necesarias, están preparados para poner en práctica todo lo aprendido, ya sea promoviendo talleres en sus barrios, liderando campañas de sensibilización sobre derechos o participando activamente en proyectos comunitarios.

Con la graduación de estos 21 adolescentes, la Ciudad da un paso más hacia la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y consciente de sus derechos. Hoy, ellos no solo reciben un diploma, sino también la responsabilidad de ser promotores del cambio en sus comunidades, llevando consigo el compromiso de transformar el mundo que los rodea.