Cambio climático: un aliado del dengue en la Ciudad de Buenos Aires
Cuando hablamos de cambio climático, nos referimos a las alteraciones a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Desde el siglo XIX, las actividades humanas han acelerado este proceso, principalmente debido a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Entre los efectos contraproducentes del cambio climático se encuentra el incremento en las temperaturas medias globales, la variación en la frecuencia e intensidad de las olas de calor y modificaciones en los regímenes pluviales. Dentro de esta combinación de factores, se generan condiciones que favorecen la proliferación del mosquito del dengue.
El Servicio Meteorológico Nacional define una ola de calor cuando las temperaturas mínimas superan los 22°C y las máximas los 32°C durante al menos 3 días consecutivos. Las altas temperaturas sostenidas durante tiempo prolongado de una ola de calor pueden ocasionar diversos problemas de salud, siendo las personas mayores el grupo etario de mayor riesgo.
“El cambio climático no solo afecta las temperaturas, sino que también crea condiciones propicias para la propagación del dengue y otros virus transmitidos por mosquitos.”
Otro efecto adverso del cambio climático es el favorecimiento de condiciones para el desarrollo e incremento en la población de mosquitos. La alteración en los patrones de lluvias y temperatura beneficia el ciclo de vida y la relación directa de los mosquitos con el virus del dengue. Esta correlación se refleja en el aumento en la distribución geográfica de la enfermedad.
El dengue, una enfermedad viral transmitida por la picadura de la hembra del mosquito Aedes aegypti, ha comenzado a manifestarse en la Ciudad de Buenos Aires. El fenómeno climático del “Niño” ha provocado un incremento en la población de mosquitos. El periodo de sequía previo generó una gran acumulación de huevos, que ahora han eclosionado de forma sincrónica.
Recomendaciones del Ministerio Sustentable:
- Vaciá y poné boca abajo recipientes en desuso.
- Colocá mosquiteros en las aberturas.
- Pasá a tierra las plantas que se encuentren en agua.
- Utilizá repelente (protección entre 4 y 6 horas luego de la aplicación).
- Si presentás síntomas, consultá en un centro de salud.
- Hidratate y evitá bebidas con cafeína o azúcar en exceso.
- Incorporá frutas y verduras a tu alimentación.
- Evitá realizar actividad física intensa y exponerte al sol en las horas de mayor temperatura.
El cambio climático no solo es una preocupación ambiental, sino también una amenaza para la salud pública. Con la proliferación del dengue en la Ciudad de Buenos Aires, es crucial tomar medidas preventivas tanto para enfrentar las olas de calor como para evitar la propagación de esta enfermedad. La conciencia y la acción colectiva son fundamentales para mitigar los efectos adversos del cambio climático en nuestras comunidades.